Hablar de educación está de moda. Es fácil escuchar hablar a psicólogos, pedagogos o expertos en educación que exponen diferentes teorías y modelos educativos.
A menudo escuchamos que debemos dar mayor relevancia a diferentes aspectos como los contenidos curriculares, los idiomas, valores, deportes, etc.
Son muchos los aspectos a tener en cuenta para ofrecer una educación integral a nuestros alumnos, que les prepare para afrontar etapas superiores de educación y que además les sirvan para la vida.
Sin embargo, dejamos de lado lo importante que es enseñar a pensar a nuestros alumnos.
«Pensar» debería formar parte del plan de formación de los alumnos y además tener el mismo peso o importancia curricular que otros contenidos y asignaturas.
Los profesores debemos comprometernos a enseñarles a ser buenos pensadores a través de estrategias y destrezas de pensamiento que les permitan desarrollar su capacidad de pensar y transferir esta competencia en todos los aspectos de su vida.
Nuestra experiencia en la etapa infantil ha sido sorprendente. En sólo un trimestre, alumnos a partir de dos años de edad son capaces de participar con éxito en destrezas de pensamiento. Esto nos anima, como docentes, a no ponernos límites. Nuestros alumnos nos demuestran día a día que pensar no es «para mayores». Cuanto antes mejor, creemos grandes pensadores en las escuelas.
Les mostramos una destreza de pensamiento realizada con alumnos de 3-4 años. Está enmarcada en una experiencia de aprendizaje sobre la Navidad. La destreza de pensamiento utilizada es Partes-Todo.
A través de esta destreza, los alumnos fueron capaces de reconocer diferentes «Partes» que componen el «Todo» de la Navidad. Visualizando los murales y adornos de navidad del aula cubrieron un gran número de elementos y con ellos comenzamos a trabajar.
Este organizador gráfico muestra que los alumnos imaginaron lo que ocurriría si no hubiera regalos en Navidad. Después repitieron el mismo proceso con Papá Noel. Una vez que habían pensado las posibles consecuencia de su ausencia, dedujeron la función de cada uno de los elementos…
…y entonces la gran pregunta final ¿Cómo interactúan juntos estos elementos en el todo de la Navidad?
Su conclusión fue:
«Cuando están juntos es que ha empezado la Navidad»
Una gran experiencia, una gran conclusión y unos grandes pensadores!!!!
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